Cómo potenciar la autoestima y el autoconocimiento de tu hijo desde pequeño

La percepción que tenemos sobre nosotros mismos determina también cómo percibimos el entorno. Seguro que alguna vez has pensado que determinada tarea es muy difícil. Bien, realmente era así, ¿o es que creías que tú no estabas preparado?

Este simple ejemplo dice mucho de lo importante que puede llegar a ser el autoconocimiento y, sin duda, ello va ligado a nuestra autoestima. 

La autoestima será algo que nos acompañe en toda la vida adulta, por ello, fomentar la de nuestros hijos desde pequeños es una tarea importante como padres, ya que estos aspectos son fundamentales para su desarrollo personal y emocional.

Construir una base sólida a través de la crianza es uno de los mejores regalos que podemos hacerles para que sean personas independientes y seguras y aprendan a relacionarse de una manera sana. 

Por ello, desde WoWPlay queremos profundizar en el tema para proponer algunas actividades que podemos hacer en casa, pero también actitudes que llevar a cabo en el día a día y que ayudarán a que los pequeños se conozcan mejor y tengan una buena percepción sobre sí mismos.

Desde que nuestros hijos toman conciencia sobre su persona, la autoestima les condiciona en el aprendizaje y su predisposición al mismo, la resolución de problemas y superación de dificultades, la creatividad, autonomía personal y hasta las relaciones sociales.

La relación entre el autoconocimiento y la autoestima 

Como su nombre indica, el autoconocimiento es la capacidad, el grado de conocimiento y desarrollo personal que tenemos cada uno. Implica ser consciente de nuestros sentimientos, entender cómo se manifiesta, de dónde vienen, cuáles son nuestras fortalezas o debilidades.

Como indica la experta, Marina Navarro Suanes, el autoconocimiento es la base de la autoestima y van de la mano, pero requiere también autopercepción, autoobservación y autoaceptación. 

Y va más allá; explica que de todos los juicios a los que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio. “La imagen que nos vamos haciendo de nosotros mismos se construye desde el momento en que nacemos a través de la interacción que tenemos con nuestra familia. A partir de estas relaciones se va desarrollando un proceso de percibirse a sí mismo como una realidad diferente a los demás”. El colegio, por ejemplo, es otro entorno decisivo.

Por su parte, la autoestima es el sentimiento de valor hacia nosotros mismos y el juicio interno. Por esto, es importante entender que la autoestima es adquirida, con lo cual “se aprende”. Es durante la infancia cuando se ponen las bases para una autoestima alta o baja y ahí es donde queremos incidir para el beneficio de los más pequeños.

Fomentar la autoestima y el autoconocimiento

La misma autora, explica que “la valoración de la imagen que el niño va haciendo de sí mismo depende de la forma en que lo valora su familia”. Pero esto es positivo porque indica que podemos facilitarles una buena autoestima con la educación.

Consejos para el día a día 

El entorno es clave, y claro está que no podemos controlarlo todo, pero el hogar es la base. En este sentido, la comunicación es muy importante y está muy relacionada con la autoestima. 

Cómo hablamos, pero también la comunicación no verbal hará que las palabras tengan un efecto negativo o positivo. 

1. Refuerza los logros y habilidades. No se trata de celebrar todo y sobrestimularlo, pero cuando tu hijo logra algo o muestra una habilidad, reconoce y celebra su éxito. Reforzar sus logros ayudará a fomentar su autoestima y le dará la confianza que necesita para tener ganas de seguir aprendiendo y creciendo.
2. Dale la oportunidad de tomar decisiones. Es necesario que los niños tengan la oportunidad decidir qué quieren. Está claro que no tienen la capacidad ni la madurez para elegir ciertos aspectos. Pero es interesante que desde pequeños escojan cosas como qué ropa ponerse o qué libro leer, para más tarde ir aumentando paulatinamente la importancia de esas decisiones, como qué extraescolares hacer. Esto les dará un sentido de control y les permitirá desarrollar su propia identidad.
3. Anima a tu hijo a hablar sobre sus emociones. Hablar, le ayudará a poder identificar y expresar lo que siente. Crea un espacio para ello y hazle sentir que verdaderamente lo escuchas y que, lo que cuenta, es importante para ti. Acídale a encontrar maneras saludables de gestionar sus emociones y demuéstrale que tú también compartes tus emociones y, por qué no, que a veces también te cuesta gestionarlas y que es normal.
4. Valora su individualidad. No intentes meterlo en un molde, al contrario, celebra sus diferencias y trata de no compararlo con el resto. Esto ayudará a fomentar su autoestima y le dará confianza en sí mismo.
5. Sé un modelo a seguir positivo. Los niños son esponjas y aprenden mucho observando el comportamiento de los adultos que los rodean. Muéstrale cómo manejar situaciones difíciles y cómo mantener una buena actitud ante los desafíos. Trata de no hablar mal sobre ti mismo delante de ellos ni ser demasiado exigente.
6. Escúchale. Deja que se exprese y demuéstrale que te importa su opinión. Haz que se sienta valorado y apoyado, porque les ayudará con su autoestima. Esto es clave, además, para que te pida ayuda cuando no sea capaz de gestionar algo por sí solo.

Actividades específicas

1. La carta 

En función de la edad podemos hacerla más sencilla a modo manualidad, o más compleja, pero la actividad consiste en conocerse más a uno mismo. Lo ideal es hacerla en grupo o entre los miembros de la familia. 

Cada uno tendrá un lápiz y un papel y pensar cosas positivas del otro. Cada uno se pegará la hoja a la espalda y, en círculo, tocará ir rotando para escribir cosas buenas del otro, hasta obtener una lista de cosas buenas sobre ti. Esto es una forma estupenda de reflexionar cómo vemos al resto, cómo nos vemos y cómo nos ven. Muchas veces tenemos un diálogo interno negativo o creemos que tenemos ciertos defectos que, para otros, son cualidades.

1. Tarjetas de recuerdos

Esta es una forma estupenda para que trabajen el reconocimiento de las emociones de forma muy visual. Para ello, vamos a elegir varias fotos que por algún motivo sean significativas. Por ejemplo, de días especiales como las vacaciones o celebraciones. 

Vamos a pegarlas en un folio y, en la parte que queda, les animaremos a escribir qué emoción sienten al pensar en ese momento o qué palabras asocian a esa foto. Podemos hacerla juntos para que sea más dinámico. Así estamos poniendo nombre y reconociendo emociones concretas y damos pie a hablar sobre ellas y cómo nos hacen sentir.

1. Diario de autoestima 

Escribir un pequeño diario es una de las actividades más sencillas y que más aportan al autoconocimiento. No solo se limita a contar qué pasó ese día, vamos a profundizar frases de apoyo como “hoy me siento orgulloso por” o “estoy agradecido por”. 

Una idea estupenda es regalarle un diario a los peques y acompañarles a tomarlo como una actividad diaria. Formulemos preguntas para ayudarles a expresarse. ¿Cómo te has sentido hoy? ¿Qué te ha puesto contento? ¿Qué es lo que más te ha gustado hacer? Buscad un espacio al día para hacerlo, por ejemplo, podemos usarlo como un ritual de noche antes de dormir para conectar con uno mismo y relajarse. Daremos espacio a todas las emociones, también las negativas. Si han tenido un mal día, les acompañaremos para que escriban qué les enfada o les entristece o qué cosas necesitan hacer cuando están tristes. Escribir es una manera ideal de expresarse y un viaje al autoconocimiento en el que acompañarles.

1. Tabla de fortalezas

En esta actividad, animamos a los niños a identificar sus fortalezas y debilidades, y a reflexionar sobre lo que les gusta hacer y lo que se les da bien. Después, pueden crear una tabla o lista de sus fortalezas, que pueden ser desde habilidades físicas o intelectuales hasta características de personalidad, como ser amable o compasivo.

Esta actividad puede ser muy útil para ayudar a los niños a construir una imagen positiva de sí mismos y reconocer sus propias habilidades y talentos.