Comunicación, emprendimiento o diversidad cultural: Estas son las competencias que desarrolla la LOMLOE y lo que aportarán a tus hijos

La sociedad evoluciona hacia nuevos retos y, con ello, lo hace la educación. A día de hoy todo el mundo tiene un smartphone a mano en el que consultar, por ejemplo, una fecha histórica concreta. Así que tenemos el gran reto de desarrollar muchas habilidades para gestionar toda esa información y no solamente aprender contenidos.

Lo que cobra valor es interpretar la importancia de los acontecimientos o cómo determinados aspectos tienen una aplicación en la vida diaria y entenderlos dentro de ese contexto. A medida que la sociedad cambia, la educación se adapta a las nuevas necesidades y, en este sentido, la última reformulación de la ley educativa, la LOMLOE, viene para redefinir e implementar las competencias de cara a implantar un aprendizaje más efectivo.

Una necesidad real, el aprendizaje permanente, en un mundo tan cambiante como lo es en el que vivimos. Lo que se pretende es desarrollar una enseñanza desde la primera infancia hasta la edad adulta que abarque todos los contextos e incluya a la familia, el centro educativo, el lugar de trabajo, el entorno en general y otras comunidades. Además pone el uso de las tecnologías en el centro del aprendizaje y se preocupa más en el saber hacer que por un contenido puramente teórico. Con todo, refuerza las ocho competencias que van en consonancia con un estilo de vida sostenible y más ético, valores acordes a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, que plantea la Agenda 2030. 

Frente a un futuro laboral cada vez más automatizado y tecnológico, lo que tiene más sentido es reforzar las competencias sociales que ayuden a adaptarse a los cambios que estarán por venir. Preparar así a la sociedad del mañana a ser resilientes y aprender constantemente de las vicisitudes.

En este contexto, la Unión Europea a través de las Recomendaciones del Consejo en 2018 estima ocho competencias básicas que son clave para el aprendizaje permanente:

Competencia en comunicación lingüística

Esta capacidad va más allá de la comunicación tal y como la entendíamos hasta ahora dado que implica también los soportes tecnológicos. Abarca así desde la comunicación oral hasta la comunicación audiovisual, cada vez más presente en nuestras vidas.

Se centra en la interacción personal como la base para una comunicación tecnológica. Es la base para compartir conocimientos y un pensamiento crítico que impulse el debate. Incluye aspectos como la oratoria, comprensión, mensajes escritos y orales, ortografía, léxico, gramática, escritura y, como no, la literatura y sus nuevas formas como máximo exponente de esta competencia.

Competencia plurilingüe

Siguiendo con el punto anterior, este aspecto da un paso más allá para una comunicación fluida a través de diferentes lenguas. Refuerza, de este modo, no solo las lenguas extranjeras, sino también las lenguas co-oficiales como modo de conservación y conocimiento de las culturas.

El aprendizaje de otros idiomas es en sí una experiencia que abre nuevas oportunidades y contribuye a la inmersión en otras culturas y países así como a valorar la diversidad cultural y lingüística, valores democráticos de la Unión Europea.

Competencia matemática, en ciencia, tecnología e ingeniería

La ciencia en todas sus formas ayuda a la comprensión del mundo y su naturaleza. Estimula un pensamiento lógico y un razonamiento para la resolución de problemas en contextos diversos.

La matemática, la ciencia, la tecnología y la ingeniería permiten asimilar el entorno a través de metodologías y experimentos para medirlo, estudiarlo y  aplicar los conocimientos aportando soluciones a necesidades actuales y futuras.

Competencia digital

En un mundo digital, este aspecto de la educación no puede quedar fuera de los centros educativos. El uso de las tecnologías está demonizado en determinados aspectos, contra esto, la LOMLOE se sirve de ellas para estimular un pensamiento más creativo y crítico a través de un acceso guiado a la información.

Internet es una ventana a la sobreinformación y por ello es vital educar la capacidad para caminar en él de forma segura y responsable desde una temprana edad. Esta reformulación de la ley educativa busca enseñar en el uso de aplicaciones, programación, ciberseguridad o la privacidad y propiedad intelectual en la web, entre otros aspectos.

Competencia personal, social y de aprender a aprender

Como señalamos al principio, en una sociedad digitalizada es más importante que nunca estimular la adaptación al cambio a través de un aprendizaje continuo y autónomo. Esto se consigue por medio de pilares como el autoconocimiento, la gestión del tiempo, confrontación de problemas y estrategias de resolución.

Se trata de configurar la forma propia de aprender que tiene cada individuo conviviendo en sociedad con personas cuyos procesos son muy diferentes. Educar desde la cooperación y la diversidad y aprovechar las distintas capacidades de un grupo para sumar en positivo y crecer en común.

Competencia ciudadana

Para un futuro mejor, la LOMLOE también aborda la competencia ciudadana a través de la cual se enseñan valores cívicos de convivencia como la democracia, la igualdad, la no discriminación, la defensa de los derechos humanos o la conciencia medioambiental.

De este modo, se pretende lograr una ciudadanía comprometida y con una participación activa en la vida social. Para ello, es necesario conocer el funcionamiento de las instituciones públicas, así como los acontecimientos históricos que ha atravesado la sociedad hasta hoy. Una memoria histórica imprescindible, ya que “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.

Competencia emprendedora

Del aprendizaje constante nace una mirada capaz de detectar soluciones a nuevas necesidades de la sociedad. Tomar estas circunstancias como una oportunidad de negocio es darles a nuestros hijos una perspectiva emprendedora que les hará más libres ante un mercado laboral que se adivina complejo.

Consiste en impulsar la creatividad, la innovación y la creación de algo desde cero con iniciativa propia. Esto les hará más proactivos y perseverantes haciendo de ellos adultos competentes. Estimula la capacidad de análisis, la toma de decisiones, resolución de problemas, responsabilidad y confianza en sí mismos. Y no solo en el aspecto laboral, sino en el modo en que enfrentarán la vida.

Competencia en conciencia y expresión culturales

Esta última competencia que contempla la Unión Europea trata la comprensión del mundo y su diversidad cultural, así como sus formas de expresión a través del arte. Lo que pretende es inculcar un respeto por las diferentes opiniones y realidades.

Además, contempla diferentes formas de comunicación como la literatura, el teatro, el cine, la música, la danza, la arquitectura, la pintura o incluso los juegos y el diseño. Al mismo tiempo refuerza la expresión artística y el desarrollo creativo propio.

Un enfoque muy WoW

Todas ellas dan soporte a una visión global y  más integrada del aprendizaje. Donde está muy presente el enfoque STEAM que conecta aspectos científicos, artísticos y sociales para una educación interdisciplinar que busca formar a personas comprensivas, proactivas y con un alto grado de autoconocimiento capaces de relacionarse a través de los nuevos y clásicos lenguajes con todos los actores de la sociedad.

Unas competencias que no se separan en asignaturas con límites rígidos, como veníamos viendo anteriormente. Por el contrario, se entiende como un enfoque común y hacen de la educación un todo que tiene una aplicación en la realidad de los niños a través de la cual pueden poner en práctica todos los conocimientos adquiridos.

Este enfoque coincide con el de los Kits de WoWplay, que tratan diferentes contenidos con una perspectiva integradora. A través de diferentes proyectos, generamos situaciones que impulsan la curiosidad y creatividad para fomentar una infancia proactiva.

La electricidad, la mecánica, la programación y la ciencia son áreas que aúnan matemáticas, ingeniería y tecnología sin dejar atrás el arte y el diseño y aportando conocimientos básicos para la era digital.